Capítulo 1

El Destino:

Abro los ojos y le veo, está allí sentado, esperandome.
Quién me iba ha decir a mi que hace tan solo dos meses yo era una chica normal:
Todo empezó cuando un día al volver del instituto, mi madre me presento a los nuevos vecinos,
entre ellos había un chico de 14 años llamado Raúl. Raúl es moreno con los ojos azules, no muy alto, normal.
Saludo a los nuevos vecinos y me voy. He quedado con Carlos, mi mejor amigo. Solemos ir al río, allí hay un pequeño refugio en el cuál pasamos las tardes. Lo admito, me encanta ese sitio, en él puedo sentirme libre y a la vez puedo disfrutar de la tranquilidad. Siempre Carlos llega antes pero esta vez no está allí.
Me empiezo a asustar él nunca llega tarde.
Empiezo a oir ruidos de pasos, me levanto esperando que sea Carlos, pero mi sorpresa es mayor al ver a Raúl:
- ¿Que haces aquí? - Le pregunto.
- Te he seguido, ¿no te importa no? - Me dice.
- No - le digo y giro mi cabeza.
- Uff, menos mal - hace una pausa y sigue - Y, bueno ¿que hacemos?.
- Si quieres sientate aquí - le digo señalando la manta que ahí a mi lado colocada sobre la hierba - normalmente ahí se suele sentar mi amigo Carlos.
- Vale - me dice - Bonito lugar.
- ¿De dónde vienes? - le pregunto.
- De un horroroso lugar, allí no hay rios, ni mares y no puedo ir al bosque, esta prohibido - me cuenta.
- Que horror, si me impidieran venir a este lugar no saldría de casa nunca, este es mi sitio favorito en el mundo, es él único lugar en el que puedo ser yo misma.
Oigo unos pasos y me levanto. No veo nada, me asusto.
- ¿Que pasa? - me dice Raúl.
- Nada, había oído algo - le digo.
Me vuelvo a sentar y contemplamos el paisaje hasta que Raúl me dice:
- ¿Vienes aquí todos los días, tú sola? - Pregunta.